Miley Cyrus dejó bien claro que ya no es una chica dulce

La presentación de Miley Cyrus este martes en el estadio de fútbol de la Universidad Simón Bolívar no tuvo nada de gitano, tampoco tuvo muestras de la inocencia de su personaje Hannah Montana y si se quiere, no fue un concierto pop sino uno cargado de rock. 

Luego de muchas horas de lluvia, las fanáticas ataviadas en shorts de jean y con cintillos con el nombre de su cantante preferida pudieron gritar a todo pulmón por Cyrus cuando la chica salió, a la 8:48 p.m., en lo alto de una pasarela del escenario y vestida con prendas de cuero. 

La sensación adolescente del pop demostró con su show de hora y media que ya no quiere la etiqueta de su antigua casa Disney; de hecho, el repertorio no incluyó ninguna de las canciones que dio a conocer mientras estuvo en la serie. 

El escenario tenía cuatro escaleras, dos pasarelas que le acercaban al público, despliegue de reflectores que cegaban, una gran banda, bailarines profesionales que realizaban complicadas piruetas y sin embargo, a la presentación de la cantante de 18 años le faltó un momento que dejara al público sin aliento. 

Cyrus fue antecedida por el venezolano Lasso, quien realizó cinco temas y logró conquistar a algunas chicas del público por su simpatía. 

Liberty Walk, Party In The USA y Kicking and Screaming fueron cantadas sin pausas y sin que la cantante diera mayores muestra de cercanía con el público, que no dejaba de proferir gritos con su nombre. 

Cyrus decidió comenzar el concierto con un atuendo revelador y altas botas negras y dar a entender que no es la chica dulce. Con cuatro de sus otros vestuarios no dejó de mostrar las piernas, lo que sorprendió a algunas niñas. "Está como exhibicionista", dijo Valeria Serfati de 11 años. 

El tributo al rock estuvo presente y no una sola vez puesto que Cyrus hizo versiones de tres temas de Joan Jett, uno de Poison que está incluido en su último disco y Smells like teen spirit de Nirvana. 

Obsessed, Forgiveness And Love, Fly On The Wall, 7 Things, Scars fueron temas coreados y en los cuales la cantante demostró que no solo era la chica simpática de la televisión sino que tiene una potente voz. 

Con Can't be tamed intentó añadir pasos más elaborados a su rutina de baile, pero solo dejó en evidencia que las coreografías definitivamente no son su punto fuerte. 

La versión del tema de Fleetwood Mac, Landslide colocó el toque country a la noche. El público se emocionó con la balada The Climb y cerró con Who Owns My Heart. La cantante agradeció al público y, como todos, prometió volver.